Explicatio non pedita..

Desde el primer día que empezó a trabajar en mi edificio, la señora de la limpieza me ha parecido muy sospechosa. No sé decir si es su mirada, sus comentarios, o en general el tipo de discurso, por lo menos el que me toca a mi.
−¿Tú te llamas M, no?
−Sí.
−Ah es que no sabía si eras tú o la del 2ª 4ª.
¿Y cómo sabe mi nombre?, me pregunto. Ni aparece en el buzón, ni está escrito en la puerta, ni creo que los vecinos se dediquen a listar los nombres de cada uno cuando se la encuentran. Por otra parte, me lo vuelve a preguntar cada vez que me ve, por si acaso me he cambiado o algo:
−¿Tú te llamabas M, no?
−Sí. 
−Es que nunca sé si eres tú o la del 9ª 1ª. 
Otra tema que le encanta son las cucarachas. Me cuenta con todo lujo de detalles las tipologías, los colores, las familias. Ahí, la corto rápido: 
−Oiga, es que voy a comer ahora y claro… 
−Sí, sí, por dios. A mi también me dan mucho asco. Se lo tengo dicho a la Presidenta, que tienen que tapar el sumidero, que por ahí salen todas, sobre todo las negras voladoras y las...
−¡Huy, ya está aquí el ascensor! 
El miércoles pasado, coincido de nuevo con ella: 
−Hoy sólo he visto tres cucarachas muertas. 
−Qué interesante.
−Por cierto, tú eres la del oct...
−Sísoyyo. 
−¿Lo ves? Ahora ya te tengo localizada. 
−Ya veo, ya.
−Por cierto, el otro día tu pareja día me dijo que limpio muy bien. 
−¿Cómo dices? 
−Sí, que tu pareja, que me dijo que limpio muy bien, que soy mejor que la suya. 
−¿¿Mi pareja te dijo eso??
−Sí, ese chico que a veces sale de tu casa… 
Me quedo un poco perpleja. Por la noche se lo comento a “mi pareja”. 
−¿Pero qué me estás contando? 
−Que sí, eso dice.
−¿Pero cómo le voy a decir yo a la mujer de la limpieza de tu escalera, a quien no he visto en mi vida, que limpia mejor que la mía, que ni siquiera sé si tengo?
−Pues no sé, cariño, eso me ha contado. A saber qué conversaciones te gastas en la escalera.
−Sí, a ver, le voy a vecir decir yo Huy, señora, qué bien limpia usted la escalera, si da gusto pisar el suelo. Y mucho mejor que la mía, ¡dónde va a parar! ¡Eso sí que es limpiar!
−Jaja. Ya me parecía a mi un poco raro, me habrá vuelto a confundir. Con la sosa del ático segunda, que ni novio ni nada debe de tener.
−Pues si no tiene novio, tampoco es ella.
Hoy me la he vuelto a encontrar, y antes de que me atacara con el recuento de cucarachas o con preguntas sobre mi identidad, he aprovechado para hacerle una pregunta yo:
−Oiga, usted lo debe saber: ¿quien és la Presidenta de la comunidad? 
−!!YO!! ¿¿PERO POR QUÉ?? ¿¿HE HECHO ALGO MALO?? 
Como diría cualquier detective de poca monta, si se pone así, es que algo malo ha hecho, ¿no?

3 comentarios:

  1. Me parto con tu blog. Me encanta.
    Por cierto, las señoras de la limpieza es que son de otro planeta...
    En lo que lleva de año nosotros hemos tenido dos y a cada cual mas rara, hija.
    Yo la esquivo como puedo.
    Vampi

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  2. Jaja, sí, del planeta Lejía o algo así. ¡Seguiré informando!

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