Conversación de una tarde de junio:
–Pues mi abuela fue ginecólogo de Sara Montiel.
–No me digas.
–Sí te digo.
–No sabía que tu abuela fuera ginecólogo.
–Sí, cuando vivía en México.
–Ah...
–Vivía en el piso de arriba y mi abuela estaba harta de oír sus tacones.
–Pues no sabía que hubiera vivido en México.
–¿Cómo que no lo sabías?
–Digo Sara Montiel. Tu abuela sí que lo sabía.
–¡Ah! Pues sí, era la amante de León Felipe, creo…
–¿Tu abuela?
–Nooo, Sara Montiel.
–¡¡Ah!!
–Y Sara Montiel un día no le pagó porque no tenía dinero y mi abuela le dijo, pues déjame ese reloj tan majo que llevas, y me pagas cuando puedas.
–Anda. ¿Y qué pasó?
–Pues que el reloj todavía está dando vueltas por mi casa, se lo quedó mi abuela.
–O sea que era pobre.
–¿Mi abuela?
–Nooo. ¡Sara Montiel!
–Ah, ella… Sí, supongo. Mi abuela tampoco bañaba en oro, por eso lo del reloj. Luego ya le fue mejor.
–Qué fuerte.
–Eso era antes de hacerse famosa, antes de irse a Hollywood y de ligarse al James Dean.
–¿Quién? ¿¿¿Tu abuela???
–Noooooo, Sara Montiel.
–¡¡Aaaaaaaaaaaah!!
Así que ya lo sabes, Sarita, si quieres recuperar tu reloj, ponte en contacto conmigo. Eso sí, me debes la consulta.
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ResponderEliminarCon lo fan fatal que soy de Saritísima.. (no de la momia esa que la ha suplantando, yo adoro a la Sara eternamente joven y bella)qué cosas¡¡
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