Empeñarse en encontrar novio para una amiga no es tarea fácil.
—Cariño, ¿no tendrás un amigo soltero para mi amiga Mo?
—Que va.
—Sí, hombre. Alguno de los de paddle.
—Que no, que dos están casados y con hijos, y el otro arrejuntado.
—Vaya. ¿Y tu amigo Juan Pedro no es soltero? ¿No está disponible?
—Tampoco.
—¿Pero por qué no?
—Que no, que está divorciado, y dos veces además.
—¡Pues por eso!
—No, que él pasa.
—¿Pero tú cómo lo sabes?
—Lo sé. Además un ojo le mira para un lado y el otro para el otro.
—Bueno, pero a mi amiga no le importará. Total para un quiqui....
—Que te he dicho que no, además él ya liga mucho.
—¿Cómo va a ligar mucho con esos ojos?
—Sí, porque está apuntado a clase de salsa y se ve que ahí se liga mucho.
—¿¿¿Ah sí???
—Sí.
—Un momento, ¿quién es Juan Pedro?
—¡Y yo qué sé!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Eres graciosa y ¿de Barna?
ResponderEliminar