Imposturas

Llamo al médico para pedir que me anulen una cita y marco el mismo teléfono que marqué ayer cuando la pedí, un fijo normal y moliente.
—Aquí no es. Tiene que llamar al 902 5…
—Pero un momento, no puede ser. Si llamé ayer y era este teléfono al que acabo de marcar.
—Huy, eso es imposible.
—¿Cómo que imposible, si lo estoy viendo en su página web y dice “Citas por teléfono: 93 xxx”?
—Pues no, porque yo no tengo dónde pasarle. Yo no sé quién la atendería el otro día pero aquí no es.
—Pues me atendió un chico a la primera, y no creo que fuera un impostor, la verdad.
—A ver, yo no lo sé si era un impostor o no lo era, porque ya le digo, desde aquí no puedo pasarle a nadie porque esto es la centralita.
—Pues  vaya centralita más útil.
—Lo que quiero decir es que yo no puedo saber a quién busca, porque no tengo esa información.
—Ya se lo digo yo. Páseme con el despacho del Doctor Gutiérrez que está en la planta 3, según me dijo el supuesto impostor.
—Ah pues ya ve, en la planta 3 no le puedo pasar a nadie.
—¿Ah no? ¿Y eso por qué ? ¿No hay planta 3 o no hay nadie?
—Sí hay planta 3 pero ahí no hay nadie.
—¿Y ud cómo lo sabe?
— Porque lo sé, porque no hay nadie.
—¿Y en la planta segunda?
—Tampoco.
—Y ahora me dirá que en la centralita tampoco hay nadie.
—Oiga señorita....
—A mi me parece que la impostora es usted pero bueno, mire, déme el número que me iba a dar y acabamos esta absurda conversación.
Me da el número 902. Marco. "Bienvenido al sistema de citas telefónicas de la Clínica del Santo Milagro".  Hmmm, la verdad es que esto me suena....

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