El mojito

No sé qué me pasa con los camareros de los restaurantes exóticos, no dejan de sorprenderme. Claro que a veces no sólo es el camarero el que contribuye al jolgorio, sino también el comensal.
Entramos a comer en un restaurante indio de postín. Nos atiende un camarero con voz melosa y modales refinados. Sobre la mesa hay un cartelito que dice “Pida un Mojito Indio”. No tengo ni idea de qué puede ser un mojito indio, pero ni corta ni perezosa se lo pido:
―¡Yo quiero uno de estos!
―Ahora no, no es el momento.
―¿Ah no?
―No, este mojito no se bebe antes de comer.
―… Vaya… Pues nada.
Qué chasco. Pues de postre tampoco me lo voy a pedir... Y me ha mirado como si le hubiera pedido un chupito de lejía. En fin. Nos da la carta, miramos y pedimos nuestros platos.
―¿Y arroz blanco no quieren?
―Ah sí, también.
Llegan los primeros. Yo he pedido dahl de lentejas que me encanta, pero me falta algo. Llamo al camarero.
―Oiga, ¿y el arroz blanco?
―¿Lo quiere ahora?
―Sí, ahora mismo, antes del postre si puede ser.
―Es que ahora no es el momento.
―Y dale con el momento. Mire, me da igual, tráigame el arroz.
―Bueno, bueno, ahora se lo traemos.
A regañadientes, me trae un bol con arroz. Qué pesaico este hombre.
Cuando llegan los segundos, veo que las gambas nadan literalmente en litros de salsa picante…. Claro, ahora entiendo lo del arroz…. Bueno, mala suerte. Me como las gambas y la salsa sin arroz y con dos huevos, porque pica la cosa que no veas.
Cuando por fin termino el plato, vuelve el camarero para tomar nota del postre.
―Huy, yo no quiero nada. Gracias.
―¿Y usted?, le pregunta a mi compañero.
―Hmmm. No sé... ¿Requesón con miel no tienen?
―No. Pero tenemos lassi.
Mi compañero me mira con cara de pasmo.
―¿Qué ha dicho que tiene? ¿Lassie? ¿Cómo la perra Lassie?
―No, animal, es una bebida láctea, como le has dicho que querías requesón… Pero anda que ya te vale, pedir requesón aquí.
―¿Qué pasa?
―Pues es como si pidieras crema catalana en un tailandés, o pan con tomate en un chino, o bravas en un japo, que es no se te puede llevar a ningún sitio.
―Bueno, como te pones…. que al fin y al cabo, la que se ha pedido aquí un mojito has sido tú.

2 comentarios:

  1. Creo que éste es un caso de: también el comensal...

    Eso sí, yo le habría pedido que me trajera el mojito "cuando fuese el momento", para no quedar con la duda sobre cuál era el momento...

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  2. El mejor momento habría sido al traerme la cuenta. Sin duda.

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