Al lado de mi trabajo hay una esteticienne, pesada como ella sola que no para de hablar, y en vez de depilar pelos parece que te esté depilando el cerebro. Cerebro ella, no tiene mucho.
Ahora tiene en promoción la "LipoCryo", para eliminar michelines y otras construcciones adiposas. Para convencer a las posibles clientas, ha hecho un "catálogo" de fotos de antes y después de víctimas anteriores.
La esteticienne hace gala de sus conocimientos con el ordenador:
―Mira, ven que te lo enseño , que tenemos aquí todas las fotos. Por ejemplo esta chica tenía aquí un michelín enooooorrme y mira lo maja que está ahora, la mitad del michelín ha desaparecido.
―¿Y la otra no?
―Es que a ella le hace falta otra sesión.
―Ah, ya veo. Pues qué bien.
―Y mira.... a ver si puedo abrir esta otra foto…. cómo se hacía…. ¡¡Ya está!! Ves, aquí también se vé muy bien, ¿ves las cartucheras éstas tan feas que tenía esta señora? Mira la diferencia (y amplía la foto para que se vea mejor).
―Ya veo ya, bueno, me lo pensaré. Hasta otra.
―Sí, piénsatelo, que esto es una maravilla. ¡Vamos a morir del éxito!
Salgo por la puerta y en ese momento oigo que dice:
―!Estoy más contenta! ¡Me estoy haciendo una experta en esto del Photoshop!
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