Estoy yo tan ricamente en Uñas Juana cuando a la chica que está a mi lado le suena el móvil a todo trapo. Contesta immediatamente, y se pone a charlar con una amiga.
―Hola guapísima. Sí, volví ayer. Ha sido mega fantástico, fabuloso, fenomenal. No te lo puedes NI imaginar.
(Hmmm, esta chica se ha ido de viaje y acaba de volver. ¿A dónde habrá ido que está tan contenta?)
―Ha sido una pasada, de verdad, me lo he pasado ufff de miedo, una cosa súper increible.
(¿Será un viaje a la India? ¿Un safari en Tanzania? ¿Una expedición al Amazonas?)
―Te lo cuento cuando te vea, vale cariño, porque han sido como varios días y ahora no puedo extenderme, sabes, pero de verdad, te lo juro nena, he alucinado, lo he flipado tanto tanto que creo que no soy la misma.
(Definitivamente, tiene que ser algo muy exótico. Quizás haya dado la vuelta al mundo.)
―Sí, cariño, una experienciaaaa pfffffff, total. Estoooy, que no me lo creo todavía, como si todavía estuviera allí. Una pasada. Estoy flotando...
(Si “todavía está allí”, entonces no puede ser la vuelta al mundo. Definitivamente, se trata de algo más místico, la India quizás, o Machu Picchu, o ha pasado un mes en un templo budista. Claro que si está "flotando" igual era una isla, o no, eso suena más a mar, el Caribe, Bali, las Maldivas,...).
―Sí, guapa, estoy a-go-ta-da, de verdad. Ahora me estoy haciendo la pedicura, pero no las uñas eh, es que tengo los pies des-tro-za-dos y me estoy haciendo un masaje, que lo necesito, sabes, que jamás jamás había hecho algo así.
(Ah, noo, ya lo tengo. Ha ido hecho trekking por Nepal o por el Himalaya y por eso está tan des-tro-za-da)
―Me duele todo, casi no puedo moverme. Luego me iré a casa, necesito como un poco de tranquilidad después de tanto ruido. Piensa que no duermo desde el jueves, ¿sabes cariño?
(¿Cómo que ruido? Pues entonces al Himalaya no es, y el Nepal menos... Y si no ha dormido, pues no entiendo, ¿será que tiene Jet Lag?)
―Sí cariño, nos vemos el finde y te lo cuento todo todo. Lo vas a flipar. Y a ver si un día vamos juntas, eh, porque, de verdad, te lo juro nena, como experiencia discotequera ha sido lo más de lo más.
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jaja. yo la iba mirando de reojo para ver si tenía un áurea mística o algo parecido. debería haberle mirado los callos...
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